El pronóstico del IDEAM era alentador contra toda evidencia. El instituto anunciaba tiempo seco para el domingo 25 de julio, y por primera vez, muchos quisimos creer religiosamente en esa proyección científica, pues teníamos cita para una salida con mucha altura. Aunque no faltó el que encendió un cirio bendecido para empujar un poco.
Sumapaz, el páramo más grande y hermoso del mundo nos esperaba a 3740 msnm. Solamente su sabiduría de milenios tenía conocimiento de la naturaleza del recibimiento.